El Virus del Papiloma Humano (VPH) puede no presentar síntomas y en muchas personas, no llega a causar problemas de salud, ya que el virus es eliminado por el sistema inmune del organismo. Sin embargo, cuando la infección por VPH no se cura, y dependiendo del tipo de virus involucrado, puede provocar desde verrugas genitales, hasta enfermedades graves, como diversos tipos de cáncer.

Los síntomas y la evolución de estas patologías en las mujeres, son:

El papilomavirus puede provocar la aparición de verrugas genitales, que pueden ser de diversos tamaños (planas o elevadas), y que el médico puede observar a simple vista. Si no se sigue ningún tratamiento, con el tiempo éstas verrugas pueden desaparecer, permanecer inalterables, o crecer y multiplicarse.

Cáncer de cérvix o de cuello uterino

Para la evolución del cáncer de cuello de útero se lleva un desarrollo progresivo de varias etapas. Primero las células epiteliales del cuello uterino presentan ciertas anormalidades histológicas conocidas como neoplasia intraepitelial cervical (NIC), o lo que es lo mismo, displasia leve; luego ocurre la displasia moderada; en tercer lugar, ocurre la displasia severa o carcinoma in situ y finalmente, un cáncer invasor.

Varios estudios epidemiológicos han demostrado que aproximadamente el 85% de las displasias severas presentan el ADN del papilomavirus, y el 100% de los cánceres invasores de cérvix presentan el virus.

Fases de la Infección.

Infección latente: el papilomavirus se encuentra infectando las células o tejidos, los cuales son aún aparentemente normales y el paciente carece de manifestaciones clínicas; aún así el virus está presente y sólo puede ser detectado mediante técnicas de biología molecular como la reacción en cadena de la polimerasa.

Infección subclínica: el papilomavirus ha causado pequeños cambios microscópicos en las células epiteliales del cuello uterino o cérvix; esto se conoce como cambios coilocíticos o displasia, que se pueden evidenciar en las citologías de rutina o en una biopsia del tejido afectado. En esta fase de la infección la presencia del virus se puede detectar también macroscópicamente en un examen ginecológico de rutina mediante el empleo de una solución con yodo o con ácido acético; si se observan cambios de coloración es altamente probable la presencia de una lesión pre-maligna.

Infección clínica: caracterizada por la presencia de tumores malignos; el virus es capaz de multiplicarse rápidamente, pudiendo causar infección de otros tejidos vecinos.

Cáncer de vulva

El cáncer de vulva es poco frecuente, constituye el 4% de cáncer ginecológico. Se caracteriza por la formación de células tumorales en los tejidos de la vulva, generalmente en los labios mayores. La infección por papilomavirus y la edad avanzada aumentan el riesgo de sufrir esta enfermedad.

Entre los signos y síntomas del cáncer de vulva destaca la presencia de una lesión tipo nódulo o úlcera, comezón, irritación, sangrado e hipersensibilidad en el área vulvar; así mismo pueden presentarse síntomas más característicos de las infecciones urinarias bajas, como el dolor al orinar..

Cáncer de vagina

El principal tipo histológico de cáncer de vagina que está relacionado con la infección persistente por el papilomavirus es el carcinoma de células escamosas; se ha reportado que el virus es el responsable del 70% de los casos. Este tipo de cáncer es más frecuente en mujeres hispanoamericanas, de raza negra y en mayores de 60 años.

Al inicio de la enfermedad las mujeres no presentan síntomas, pero a medida que avanza suele presentarse sangrado vaginal intermenstrual, especialmente después de tener relaciones. Otros síntomas, que se presentan también en otro tipo de patologías, son: dificultad o dolor para orinar, y dolor durante el coito o en la región pélvica.

Realízate la prueba del Papanicolau cada año, si ya iniciaste tu vida sexual. Si 2 estudios anuales consecutivos muestran que no hay infección por VPH, displasia (anomalías celulares que causan pérdida de la estructura de un tejido) o cáncer, se recomienda realizar los siguientes Papanicolau cada 3 años. Pero si alguno de estos problemas está presente, deberás recibir tratamiento en una Clínica de Displasias, donde seguramente la frecuencia de los Papanicolau será mayor. Una vez dada de alta de la Clínica de Displasias, la paciente deberá hacerse el estudio de Papanicolau anualmente, hasta que los resultados vuelvan a ser negativos por completo.