Los huesos son la estructura que nos dan soporte y permiten movernos, protegen de lesiones al cerebro, al corazón y otros órganos. Además, almacenan minerales como el calcio y el fósforo que nos mantiene fuertes .
Para mantener nuestros huesos sanos debemos consumir alimentos ricos en calcio y vitamina D, hacer ejercicio todos los días y tener hábitos saludables.
Existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer osteoporosis, algunos se pueden controlar y otros están fuera de nuestro control.
Factores de riesgo que se pueden controlar:
Dieta. Se debe llevar una dieta rica en calcio y vitamina D. La vitamina D es importante porque le ayuda al cuerpo a usar el calcio de la dieta.
Actividad física. Al igual que los músculos, los huesos se vuelven y mantienen más fuertes practicando ejercicio de manera regular.
Peso corporal. Estar demasiado delgado aumenta la probabilidad de tener osteoporosis.
Fumar. El cigarro puede evitar que el cuerpo utilice el calcio de la dieta. Además las mujeres que fuman llegan más pronto a la menopausia que las mujeres que no lo hacen. Esto puede aumentar el riesgo de osteoporosis.
Alcohol. Las personas que beben en exceso tienen mayor probabilidad de padecer osteoporosis.
Medicamentos. Algunos medicamentos pueden causar pérdida de hueso. Entre estos están los glucocorticoides, que son medicamentos que se les recetan a pacientes con artritis, asma y muchas otras enfermedades. Medicamentos para prevenir las convulsiones, para tratar la endometriosis (enfermedad del útero) y el cáncer.
Factores de riesgo que no se pueden controlar:
Edad. La probabilidad de padecer osteoporosis aumenta a medida que envejecemos.
Sexo. Las mujeres tienen mayor probabilidad de padecer osteoporosis, tienen huesos más pequeños que los hombres y pierden hueso más rápido, debido a los cambios hormonales que ocurren después de la menopausia.
Raza. Las mujeres hispanas y afroamericanas tienen un menor riesgo.
Antecedentes familiares. Tener un miembro cercano de la familia con osteoporosis o que se haya fracturado, podría aumentar el riesgo.
Habla con tu médico si padeces alguno de estos problemas de salud:
- Alcoholismo
- Anorexia nerviosa
- Asma o alergias
- Cáncer
- Enfermedad de Cushing
- Diabetes
- Hiperparatiroidismo
- Hipertiroidismo
- Enfermedad intestinal inflamatoria
- Intolerancia a la lactosa
- Lupus
- Enfermedad del hígado o del riñón
- Enfermedad pulmonar
- Esclerosis múltiple
- Artritis reumatoide
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