En la dermatología más avanzada, se incluye la alimentación para prevenir la oxidación de la piel ocasionada por el sol, incluso para el tratamiento de afecciones graves. Para que la piel, junto con el pelo y las uñas conserven un buen estado de salud, se debe realizar la correcta elección de los nutrientes, así como la conservación de las vitaminas, sales minerales y ácidos grasos esenciales. Todos están en la siguiente lista de alimentos:
- El agua. El primero que debe incluirse, aunque muchos no lo contemplen como un alimento. El agua debe estar depurada. Además, no olvides que en algunas frutas, como la sandía, el melón, la pera, las cerezas y las naranjas, el 85% de la composición es agua. En época de calor debes beber más agua.
- El brócoli. La familia de las coles, en especial el brócoli, es rico en antioxidantes, sobre todo los derivados de las vitaminas C y E. La vitamina C produce colágeno y mantiene la piel sana y flexible, mientras que la vitamina E protege las membranas celulares de la piel y defiende contra el daño por radiación de rayos UVA.
- Las avellanas. Estos frutos secos son una de las mejores fuentes alimenticias de vitamina E que nutre la piel y la protege del sol. Al ser alimentos tan cargados en nutrientes y energía, consumir un puño diario, es suficiente para proveerse de sus beneficios de manera equilibrada. Su presencia en la dieta puede ser con almendras enteras como botana, agregarlas a las ensaladas y al yogurt, saltearlas u hornearlas para conservarlas y utilizarlas para cubrir un plato de pescado, pollo, o incluso arroz o pasta.
- Las zanahorias. Destacan sobre el resto de hortalizas por su riqueza en beta-caroteno, el antioxidante que se convierte en vitamina A dentro del cuerpo. Este compuesto ayuda a reparar los tejidos y contribuye a tomar los rayos buenos del sol, protegiendo a la piel de los dañinos. Como dato curioso, las zanahorias cocidas aportan aún más beta-caroteno que las crudas y un sabor más dulce.
- Las semillas de calabaza. La calabaza que comúnmente preparamos en octubre, es una fuente de beta-caroteno parecida a la zanahoria y también sus semillas son amigas de la belleza de tu piel. Su alto aporte en zinc las convierte en una protección de las membranas celulares que ayudan a mantener el colágeno y promueve la renovación de la piel.
- Pescado azul: anchoas, sardinas, atún. A pesar de la precaución que hay que tener con los metales pesados presentes en los pescados azules, sus beneficios superan los riesgos. Es más favorable optar por los más pequeños, como las anchoas, las sardinas, etc. Contienen altos niveles de grasas omega-3 que permiten una mayor permeabilidad de las membranas y en consecuencia, un mejor funcionamiento celular. Estos nutrientes por su carácter antiinflamatorio, también pueden ayudar a aliviar la inflamación en la piel. Para lograr estos efectos se debe evitar freírlos en demasiado aceite y optar por preparaciones más ligeras, como a la plancha.
- Cereales integrales. Otro antioxidante fundamental para la piel es el selenio, un mineral que se encuentra en los cereales integrales y por tanto, en las harinas que se procesan como pan y pasta, y el arroz integral. El selenio ayuda a proteger la piel contra los daños del medio ambiente y promueve su elasticidad y su salud general. En cuanto a los suplementos de selenio, sobre todo de manera industrial, en dosis altas se han relacionado con problemas de salud, por lo que siempre es mejor obtenerlo de manera natural en los alimentos cotidianos.
- Frutas tropicales. La naturaleza es muy sabia y es por eso que en las regiones donde el sol es más intenso crecen las frutas más ricas en vitamina C y antioxidantes. Las frutas tropicales superan enormemente el contenido en vitamina C y antioxidantes al resto, tal es el caso de la guayaba, la papaya y el mango (estas dos últimas también abundantes en beta-caroteno, poderoso antioxidante que potencia la reposición de las reservas celulares de la piel). No en vano, la vitamina C colabora para que el cuerpo produzca colágeno, el componente estrella que ayuda a mantener la piel firme y elástica. Todas estas frutas son muy ricas en agua lo que las hace ideales para jugos, pero sus propiedades aumentan si se consumen en trozos.
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