La clave para adoptar un ejercicio como estilo de vida es escoger el ejercicio correcto. La mayoría de las personas que abandonan una actividad física, lo hacen porque escogieron una que no era la adecuada.
Primero debes tener claro lo que deseas obtener, ya sea bajar o mantener tu peso, estilizar tu figura o simplemente mantenerte activo. También debes considerar las características de tu personalidad, si te gusta hacer ejercicio en equipo o solo, si prefieres música o silencio, si prefieres espacios abiertos o cerrados, etcétera.
Aquí te compartimos información sobre prácticas de bajo y alto impacto para que tomes en cuenta a la hora de escoger el ejercicio ideal para ti.
La natación es uno de los ejercicios más completos y es apto para todas las edades. Retrasa el envejecimiento pues la capacidad motriz aumenta al igual que la memoria, ya que se requiere de coordinación y concentración. El cuerpo se hace más resistente, pues la natación aumenta el grosor de los huesos y tejidos. En el agua tus músculos trabajan de 5 a 6 veces más que en tierra firme, aumenta la masa muscular y la tonifica mientras alarga los músculos y mejora la figura. Una hora de natación te permite quemar hasta 600 calorías.
Caminar es una suave introducción al mundo del ejercicio y funciona muy bien para todas las personas, especialmente para las que nunca han practicado una actividad física. El ritmo de la caminata depende de la edad, el nivel de condición física, el género e incluso la altura y el peso. Lo ideal es caminar un mínimo de 40 minutos para que pueda tener el impacto de una actividad física, pero es muy importante caminar usando unos tennis cómodos para evitar lesiones. Inicia tu caminata, documenta tu alcance y ve aumentando tus metas.
El entrenamiento en la máquina elíptica ejerce aproximadamente la misma presión que la caminata, sin embargo te proporciona un entrenamiento cardiovascular mucho más intenso. Si tu objetivo es desarrollar fuerza en las piernas y mejorar tu capacidad pulmonar, este ejercicio te ayudará a lograrlo. Comienza con 15 a 20 minutos de entrenamiento para adaptar las piernas a este movimiento. A medida que la fuerza de las piernas aumenta, incrementa el ritmo y la duración.
Bailar hace que el corazón pueda bombear más sangre y se active todo el organismo quemando más calorías que al caminar. Es divertido y se puede hacer al son que más te guste. Existen videos de baile de bajo o alto impacto que puedes realizar en casa o también puedes buscar clases de baile en grupo o alguna de esas clases de moda que hoy mezclan el baile con ejercicios de resistencia y peso.
Correr por la mañana te dará energía durante el día y te permitirá quemar más calorías y a aumentar tu resistencia física. Tiene grandes beneficios, entre ellos ayudar a regular el sueño y a activar el aparato digestivo. Además limpia tus arterias y pulmones mientras despeja tu mente y aclara tus ideas. Recuerda que si lo que quieres es bajar de peso, ésta es la actividad ideal para ti.
Entrena tu fuerza con pesas ya sea en un gimnasio o en casa con pesas propias. Es muy importante que un experto te asigne una rutina especial para ti, la cual si eres constante, no sólo mejorará tu apariencia sino también tu salud. Hacer pesas te hace resistente a las enfermedades y a las fracturas pues frena la pérdida de tejido óseo y muscular. También reduce significativamente la grasa mientras mejora el equilibrio y aumenta la flexibilidad.
Ya sea como medio de transporte, en el campo o en montañas, la bicicleta aumenta tu resistencia permitiéndote hacer funcionar tus pulmones y corazón durante un lapso de tiempo mayor que al correr. Combate la depresión, pues el cerebro se oxigena más mientras segrega hormonas que te generan una sana adicción y es una gran manera de formar tus piernas, haciéndolas ver fuertes y bien definidas.
Contrario a lo que se piensa, practicar yoga también ayuda a la pérdida de grasa corporal y a mantener nuestro peso mientras elimina la tensión acumulada del día a día. Resulta sorprendente, pero el yoga puede incluso ayudar a mejorar su relación con su pareja, sus padres, amigos o seres queridos; una mente que está relajada, feliz y contenta es capaz de afrontar de manera sensible y sensitiva nuestras relaciones diarias. Es muy recomendable pues nos permite tener un breve recreo diario al experimentar una sana paz interior.
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