Como cada jueves, tenemos para ti los mitos y realidades de la semana. Recuerda que si te perdiste los anteriores, los puedes encontrar dando clic en la semana 1,2 y 3. O si hay alguna duda en específico que tengas, por favor escríbenos y con gusto la resolveremos.
Mito No.12: Yo no tengo antecedentes familiares de cáncer, como muy sano y estoy en mi peso, hago ejercicio, no fumo ni tomo, entonces no debo hacerme exámenes de detección porque nunca tendré cáncer de mama, ¿verdad?.
No. Lamentablemente no es así. Aproximadamente el 70% de las mujeres diagnosticadas no presentaron ningún factor de riesgo. Hacer ejercicio, llevar una dieta saludable, evitar el cigarro y alcohol, son hábitos que te ayudarán a prevenir tanto el cáncer de mama como la diabetes, hipertensión y otros padecimientos. Pero como en realidad no se sabe exactamente cuál es la causa del cáncer de mama, las detecciones oportunas es el arma más importante que tenemos para prevenirlo.
Mito No.13: Tampoco es bueno hacerse muchas mastografías porque la radiación puede causarme cáncer, ¿verdad?.
No. No se ha demostrado el desarrollo de cáncer de mama como resultado de las mastografías. Si bien las mastografías se hacen utilizando radiación para observar la presencia de tumores en el seno, la cantidad de radiación es la misma que recibimos del ambiente a lo largo de 7 semanas.
Mito No.14: Las mastografías son muy peligrosas para mujeres menores de 40 años, ¿cierto?.
No. No existe ningún peligro. El tema es que el tejido mamario en las mujeres jóvenes es mucho más denso, especialmente si no amamantaron, por lo cual es difícil que se alcance a penetrar el tejido y la visualización es deficiente, haciendo que el estudio no aporte la información necesaria.
Mito No.15: ¿Es verdad que si ya estoy demasiado grande, no debo hacerme una mastografía porque puede ser peligroso?
No. No hay tal cosa como una edad demasiado avanzada para hacerse una mastografía. De hecho, la probabilidad de desarrollar cáncer de mama aumenta con la edad, así que el hacerse una mastografía anualmente después de los 40 años de edad es la mejor manera de prevenir el cáncer de mama hasta cuando tenga 100 años.
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