El uso excesivo de gadgets evita el desarrollo de una sana relación familiar y provoca:
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Pérdida de la comunicación, interacción y vínculo especial entre sus integrantes.
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Desinterés y falta de atención de los padres hacia sus hijos y viceversa.
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Dificulta la integración social y la autoestima de los más pequeños del hogar.
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Evita el manejo del estrés, ansiedad y aburrimiento al depender de la tecnología.
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Altera el sueño afectando el ánimo, comportamiento y aprendizaje familiar.
¿Cómo conectar en familia?
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Prestar atención e interés a los sentimientos y problemas de la familia.
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Ser el modelo de conducta para los más pequeños y jóvenes del clan.
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Compartir momentos a través del juego, viajes, comidas y otras experiencias.
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Establecer límites y tiempos para el uso de la tecnología.
Fuentes: Unión Nacional de Padres de Familia México, Child Mind Institute, IFT, UNAM
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