Si te estresas, te dañas.
Mejor sigue el camino de la calma.
Primero detente y date un respiro.
Analiza si la situación que te estresa tiene solución y si depende de ti o puedes contribuir.
- Si la solución depende de ti, respira y siéntate a organizar la mejor forma de llevarla a vabo.
- No te preocupes, ocúpate.
- Si la solución no depende de ti, trabaja la paciencia y aprende a no estresarte por las cosas que no puedes controlar.
- Enfoca tu tiempo en ti, tus pasatiempos y tu familia.
Ante el estrés elige diempre el camino de la calma y toma un respiro antes de actuar estresado.
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