Una respiración amplia, lenta, pausada y con cierto ritmo te permite mejorar el estado del sistema nervioso y aquietar la mente durante un episodio de estrés.
Te compartimos cuatro técnicas de respiración que te ayudarán a reducir el estrés de inmediato.
Respiración equitativa
- Inhala por la nariz contando hasta cuatro
- Exhala por la nariz contando hasta cuatro
- Practica varias veces respirar a este ritmo
- Puedes aumentar la respiración hasta 5, 6 o 10 veces
– Calma tu sistema nervioso
– Reduce el estrés
– Efectiva para antes de dormir
Respiración abdominal
- Coloca una mano encima de tu pecho y otra en el abdomen
- Respira y fíjate que el diafragma reciba aire suficiente para ensanchar los pulmones al máximo
- Realiza de 6 a 10 respiraciones lentas por minuto
– Mejora la presión sanguinea y cardiaca
– Efectiva antes de eventos que puedan causar estrés como una presentación o una junta importante
Respiración alternada
- Comienza con una postura cómoda
- Coloca el pulgar derecho en la fosa nasal derecha, ejerciendo cierta presión
- Respira profundamente y mantén el aire en los pulmones y cambia de irificio nasal tapado para poder exhalar por la derecha
- Repite el mismo proceso con la fosa nasal izquierda
– Ayuda a la concentración
– Tiene un efecto energizante
– Disminuye dolores de cabeza
Respiración completa
- Comienza descalzo y de pie sobre una colchoneta o con calcetines
- Es importante que uses ropa cómoda y poco ajustada
- Inhala profundamente por la nariz, hasta que se hinche el abdomen y se expanda la caja toráxica
- Exhala lentamente hasta sacar todo el aire, relajando los hombros y dehinchando el abdomen
– Te relaja antes de dormir
– Reduce la tensión muscular
– Calma la ansiedad
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