Algunos de los daños que produce el alcohol en nuestro cuerpo, los identificamos con facilidad, pero otros podrían sorprenderte. Conoce los 6 efectos menos conocidos:

1. Beber le da trabajo extra a tu cuerpo, el cual lo requiere para otros procesos. Una vez que inicias a beber alcohol, tu cuerpo lo metaboliza como prioridad sobre cualquier otro procesamiento.

A diferencia de las proteínas, carbohidratos y grasas, el cuerpo no tiene manera de almacenar el alcohol, por lo que tiene que ser lo primero que metaboliza. Es por esta razón que afecta el hígado, ya que es trabajo del hígado desintoxicar y eliminar el alcohol de la sangre.

2. Abusar del alcohol, causa el crecimiento de bacterias en el intestino, mismas que eventualmente pueden migrar a través de la pared del intestino y el hígado, propiciando daños en el hígado.

3. El exceso es malo para el corazón. Puede hacer que el corazón se debilite y tener un patrón de latidos irregulares. También aumenta el riesgo a desarrollar presión arterial alta.

4. Se puede desarrollar pancreatitis o inflamación del páncreas por el abuso del alcohol.

5. Beber demasiado, te pone en riesgo de algunos tipos de cáncer, como el de boca, esófago, garganta, hígado y mama.

6. Puede afectar el sistema inmunológico. Si bebes todos los días o la mayoría, puedes notar que padeces gripa u otras enfermedades con más frecuencia que las personas que no beben. El alcohol puede debilitar el sistema inmunológico y hacer que el cuerpo sea más susceptible a las infecciones.

El hígado desintoxica y elimina el alcohol de la sangre a través de un proceso conocido como la oxidación. Una vez que el hígado termina el proceso, el alcohol se convierte en agua y dióxido de carbono. Si el alcohol se acumula en el sistema, puede destruir células, y eventualmente, órganos. El metabolismo oxidativo previene esto.

Pero cuando se ha ingerido demasiado alcohol para que el hígado lo procese de manera oportuna, la sustancia tóxica comienza a causar daños en el cuerpo, empezando por el hígado. El metabolismo oxidativo del alcohol, genera moléculas que inhiben la oxidación de grasas en el hígado, y posteriormente llevar a una condición conocida como hígado graso.