Si te estresas, te dañas.

Mejor sigue el camino de la calma.

Primero detente y date un respiro.

Analiza si la situación que te estresa tiene solución y si depende de ti o puedes contribuir.

  1. Si la solución depende de ti, respira y siéntate a organizar la mejor forma de llevarla a vabo.
    • No te preocupes, ocúpate.
  2. Si la solución no depende de ti, trabaja la paciencia y aprende a no estresarte por las cosas que no puedes controlar.
    • Enfoca tu tiempo en ti, tus pasatiempos y tu familia.

Ante el estrés elige diempre el camino de la calma y toma un respiro antes de actuar estresado.