Sabemos que determinadas decisiones que tomamos día a día pueden llevarnos a sentir agotamiento y por eso consideramos muy importante los identifiques y evites padecer alguna enfermedad.
Las causas ocultas pueden incluir:
- Una dieta de comida chatarra
Los alimentos ricos en grasas trans, grasas saturadas, alimentos procesados y azúcares añadidos pueden atacar tu energía. Mejor opta por llevar a una dieta rica en buenas fuentes de proteína principalmente pescado, nueces, semillas y frijoles, junto con 8 a 10 porciones de frutas y verduras por día.
Ojo con los granos, estos carbohidratos complejos afectan a la insulina que es una hormona de almacenamiento que nos hace sentir más pesados, y entre más pesados somos, es más alto el nivel de azúcar en la sangre, por lo tanto cuanto más resistencia a la insulina (prediabetes) desarrollamos.
- Nutrientes perdidos
Las prácticas agrícolas industriales de hoy día pueden robar los minerales clave del suelo. Para estar seguro de recibir los nutrientes que necesitas, se recomienda tomar un suplemento multivitamínico y mineral. En particular: selenio, importante para la función tiroidea y el metabolismo. Y el yodo, presente en la sal yodada a excepción de las personas con enfermedades del corazón y con presión arterial alta. Un estado de yodo bajo puede dar lugar al cansancio.
- Número insuficiente de ácidos grasos omega 3
El pescado es rico en ácidos grasos omega 3, pero la mayoría de nosotros no consumimos lo suficiente. Se recomiendan 1000 mg de un suplemento de omega 3.
- La deficiencia de vitamina D 4
La vitamina D nos da energía. Los niveles bajos de esta vitamina puede causar una baja energía y depresión. La vitamina D y ácidos grasos omega-3 son necesarios para cada célula en el cuerpo incluyendo las células del cerebro para que funcione correctamente. Si al realizarte análisis de sangre tus niveles de vitamina D salen bajos, se recomienda tomar suplementos bajo supervisión médica.
- Baja de magnesio
El magnesio es necesario para producir energía. Nacemos con una cantidad muy fina de magnesio en nuestros huesos y músculos que se extrae a nuestros 40 y 50 años.
Se recomienda el reemplazo de magnesio como parte de un plan para hacer frente a los síntomas de insomnio, fatiga, estreñimiento, calambres musculares, dolor en las articulaciones, ansiedad y presión arterial elevada.
- Sueño deficiente
Las razones para la pérdida de sueño generalmente ocurren entre los 40 y 50 años de edad, y se pueden deber al aumento en las responsabilidades en el trabajo, convivencia con jóvenes, el envejecimiento de los padres y la caída de los niveles de magnesio.
Para las mujeres, la menopausia y perimenopausia son también factores. Los niveles de progesterona bajos (una hormona femenina que ayuda con el sueño) y los bochornos pueden causar insomnio.
Las mujeres que han consumido 2 tazas de café al día desde los 20 años de repente a los 50 años ya no pueden metabolizarlo tan rápido. La cafeína puede tardar de 8 a 10 horas en lugar de 5 horas para limpiar el sistema. Para estas mujeres, se recomienda tomar una taza de café antes de las 10 a.m.
- Una vida sedentaria
No hacer suficiente ejercicio puede hacerte sentir cansado. El ejercicio regular aumentará tu energía, así como tu nivel de estado de ánimo y tu bienestar físico.
Si los cambios saludables en la dieta, el sueño y el ejercicio no mejoran tu cansancio después de un par de meses, te recomendamos:
Vitaminas del complejo B – estos ayudan a nuestro cuerpo a producir energía, sobre todo en momentos de estrés.
Coenzima Q10 – este cofactor, que ayudan a las enzimas a producir energía en nuestras células, es a menudo bloqueada por las estatinas (medicamentos para la enfermedad del corazón común).
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