El 31 de mayo de cada año, la Organización Mundial de la Salud celebra el Día Mundial Sin Tabaco, con el fin de hacer conciencia sobre los efectos nocivos del tabaquismo y buscar la creación de políticas efectivas para disminuir su consumo testtest.
Este año, la campaña de la OMS busca resaltar el impacto negativo que el tabaquismo tiene sobre el desarrollo de los países y cómo afecta a la salud y al bienestar económico de sus ciudadanos.
La lucha antitabaco es una de las prioridades en la Agenda Para el Desarrollo Sostenible, que, para el 2030 busca reducir un tercio de la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles como el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Se calcula que cada año mueren casi 6 millones de personas a causa del tabaco, de no hacer nada, esta cifra podría aumentar a casi 8 millones de personas para el 2030.
De acuerdo con datos de la OMS, aproximadamente el 80% de las muertes prematuras por consumo de tabaco ocurren en países de ingresos bajos y medianos. El tabaquismo agrava la pobreza en estos países, pues sus ciudadanos descuidan gastos básicos como alimentación, educación y salud, por invertir en cigarros.
Aunque no lo parezca, el consumo de tabaco afecta gravemente la economía mundial; el tabaquismo genera un aumento al gasto sanitario y afecta la productividad de quienes lo consumen.
El consumo de tabaco también perjudica fuertemente al medio ambiente. Para el cultivo de tabaco se utilizan grandes cantidades de plaguicidas y fertilizantes que contienen sustancias tóxicas altamente contaminantes para los suministros de agua.
Año con año, estos cultivos de tabaco acaparan 4.3 millones de hectáreas de tierra y causan entre un 2% y un 4% de deforestación en todo el planeta.