La comúnmente conocida panza cervecera, no sólo afecta tu imagen, esta grasa acumulada en la zona abdominal tiene efectos muy
negativos para la salud: aumenta el riesgo a desarrollar la diabetes, gota, hipertensión arterial y, en consecuencia, es también un factor
de riesgo cardiovascular. Prevenirla y combatirla es clave para proteger nuestro organismo.
La investigación realizada por la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, en la que se concluye que las personas con sobrepeso
que disminuyen la grasa acumulada en el vientre pueden mejorar el funcionamiento de sus vasos sanguíneos. Los investigadores estudiaron a 60 hombres y mujeres que pesaban en promedio 90 kilos al inicio del estudio. La mitad de los participantes siguió una dieta baja en carbohidratos, mientras que la otra realizó una baja en grasa. Todos realizaron ejercicio moderado y una ingesta diaria de grasas similar. Para evaluar la salud de los vasos sanguíneos, los investigadores realizaron una prueba de flujo sanguíneo mediante la constricción de la circulación en la parte superior del brazo durante cinco minutos con la ayuda de un manguito de presión arterial. Con este tipo de prueba cuando la banda se libera, la arteria sana se expande dejando que fluya más sangre a través de ella. Los investigadores midieron la cantidad de sangre que llegaba a las puntas de los dedos antes, durante y después de la constricción de la arteria, y encontraron que aquellas personas que habían reducido su grasa abdominal tenían un mayor flujo de sangre a los dedos, lo que era señal de una mejor función de la arteria.
¿Conoces tu perímetro abdominal?
Es una medida que determina la cantidad de grasa acumulada en el organismo. Esta medida comienza a ser de riesgo cuando es superior a 88 centímetros en la mujer y 102 centímetros en el hombre. Una persona con exceso de peso y con el perímetro abdominal inferior a estos valores presenta obesidad periférica; si es mayor, se denomina obesidad central.
ARMAS PARA COMBATIRLA
Si tienes obesidad abdominal o quieres prevenirla debes hacer de tus hábitos de vida saludable la clave de tu día a día. Así que:
- Come equilibradamente. En tu menú no puede faltar frutas y verduras, evita las grasas saturadas y los azúcares simples.
- Hidrátate bien.
- Combate el sedentarismo. Haz ejercicio diariamente: camina, monta en bici, sube escaleras, etc.
- Cuando estés sentado evita tener la columna curvada, así la acumulación de grasas en el abdomen será menor.
- Deja el cigarro.
- Reduce el consumo de alcohol.
Evita todas las conductas que favorecen el desarrollo de la grasa abdominal y conseguirás mantener fuera el factor de riesgo cardiovascular.