De repente, de un día para otro comienzas a ver tu casa más grande y sin ruido, el refrigerador está más vacío y comienzas a sentir cierta tristeza y soledad. Este periodo puede llegar a ser complicado como madre o padre. Por eso, te dejamos algunos consejos para comenzar a vivir esta etapa como un periodo de readaptación y aprendizaje.
- Acepta tus sentimientos.
Para ningún padre de familia es fácil aceptar que su pequeño ha crecido, sin embargo es necesario que comiences por reconocer que la independencia de tu hijo es inevitable y es normal que al principio sientas miedo, angustia o soledad. Sin embargo cualquier tipo de separación conlleva un proceso de duelo que debes vivir. Te recomendamos que seas paciente, ya que está en ti encontrar la mejor manera de seguir viviendo feliz.
- Apóyate en tu pareja
Es un buen momento para reencontrarse con la pareja y reavivar la relación. Una buena idea puede ser organizar una segunda luna de miel, en donde se den la oportunidad de estar nuevamente solos y disfrutar de su matrimonio.
- Reencuéntrate contigo mism@.
En esta etapa es el momento ideal para retomar viejos hobbies que habías dejado por falta de tiempo. Comienza a reordenar tu vida, establece nuevas rutinas y horarios. Dale un nuevo sentido a tus días, organiza salidas con tus amigas o familiares, practica algún deporte o actividad social.
- Mantén la calma, la relación con tu hijo no terminó, simplemente cambió.
A pesar de que tu hijo ya no viva más contigo, jamás se romperá el vínculo de amor que tienen con los padres. No pierdas la oportunidad de hacerle saber lo mucho que lo quieres y comparte sus experiencias y sus logros.
Está en tus manos tomar esta etapa como una oportunidad de crecimiento personal y aprendizaje.
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