Nos encontramos en época de canícula, la temporada más calurosa del año que llegará a su fin a mitad de agosto, aprovecha las altas temperaturas para darte una ducha de agua fría, que tiene más beneficios de los que pesabas.
– Mejora la circulación. El agua fría incrementa la circulación, lo que provoca que haya más flujo de sangre hacia los órganos y tejidos, esto nos ayudará atener más energía y a sentirnos más despiertos.
– Piel más fresca. El exceso de agua caliente puede resecar la piel porque remueve la grasa que se encuentra de forma natural, misma que le da un brillo natural a la piel, por eso, un baño de agua fría te ayudará a mantener el aspecto fresco y luminoso de la piel.
– Buena salud. El agua fría provoca diferentes reacciones en el cuerpo, desde estimular el metabolismo, hasta estrechar y dilatar los vasos sanguíneos, lo que nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico. Una ducha fría después de entrenar, te ayudará a agilizar el proceso de recuperación de los músculos.
– Estimula la pérdida de peso. No es un remedio mágico, pero existen estudios que señalan que el agua fría estimula la grasa «buena» del cuerpo, la que nos mantiene a una buena temperatura cuando nos exponemos al frío, el contacto con el agua fría incrementa la conversión de grasa y el cuerpo empieza a quemar calorías.