Fumar tiene un gran impacto y poco favorable sobre la flora bacteriana oral, lo que provoca mal aliento.
Los fumadores pueden presentar severos cambios en el equilibrio de las bacterias de la boca, y de esta manera incrementar el riesgo de enfermedades bucales, pulmonares y del sistema digestivo, además de propiciar el mal aliento.
Existen más de 4 mil tóxicos inhalados al fumar. Más del 90% de las veces la fetidez del aliento se origina en la boca.
En una investigación se analizó la mezcla de unas 600 especies bacterianas en la boca de más de 1,200 personas. Todos tenían 50 años o más. En el grupo fueron incluidos fumadores, exfumadores y personas que nunca habían fumado.
Los fumadores presentaron un aumento significativo de más de 150 especies bacterianas en sus bocas. En cuanto al crecimiento de otras 70 especies mostró una reducción muy marcada.
En dicha investigación se mostró como la especie llamada Proteobacteria constituía menos del 5% del total de las bacterias en la boca de los fumadores, en comparación con alrededor del 12% en los no fumadores. Esta especie ayuda a descomponer las sustancias químicas al fumar. Quienes fumaban tenían un 10% más de Streptococcus, propiciadoras de caries, cuando fueron comparados con los no fumadores.
En otras investigaciones se han relacionado los desequilibrios en las especies bacterianas en el sistema digestivo con trastornos inmunes como son algunos cánceres gastrointestinales.
Más de tres cuartas partes de los cánceres orales se vinculan con fumar.
También se encontró que el equilibrio de las bacterias de la boca pueden normalizarse al dejar de fumar. Se comprobó cómo los fumadores con al menos 10 años de haber abandonado el mal hábito ya tenían el mismo equilibrio de las especies bacterianas de su boca como los que nunca han fumado.
Protege y mantén una eficaz defensa bacteriana en tu boca y por lo tanto un aliento sano dejando de fumar.
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