La fragilidad puede deberse a la falta de energía y proteínas, ya sea por llevar una dieta insuficiente o por padecer una enfermedad intestinal inflamatoria que afecta la absorción y aprovechamiento de los nutrientes.

Un aporte insuficiente y mantenido de calcio, zinc, yodo, hierro, vitamina A y C, y algunas vitaminas del grupo B se traduce en cabello y uñas frágiles, quebradizas y sin brillo. Si además las uñas son delgadas y pierden su forma convexa o se ven planas, significa que te falta hierro. Antes de acudir a tratamientos, toma una elección sabia y segura, y opta por la alimentación para tratar el problema.

Puede ser necesario modificar la falta de proteína animal y alternar en la dieta el consumo de pollo, pescado y huevo, al menos, una vez al día. Los alimentos ricos en vitamina C, benefician la recuperación de cabello y uñas por sus propiedades y porque ayudan a tener una mayor absorción del hierro, un nutriente que en estas situaciones puede estar comprometido.